Capitulo 70

Pedro:Esta bien, yo no voy a obligarte a nada. Por que no podes?
Pau:Siento que no puedo.. por Fernando.
Pedro:Ah, por él -me dijo enojado y se alejo de mi-
Pau:Para gordo, no te enojes.
Pedro:Paula.. todo es por él, ya estoy cansado. -dijo tirándose al sillón-
Pau:Es que esto ya es otro paso, nosotros ya lo dimos hace bastante pero.. el problema es que no se si voy a poder ocultárselo.
Pedro:Esta bien, no importa.
Pau:Pero no te enojes -dije mientras me sentaba a su lado-
Pedro:Voy a dormir -se paro y yo lo agarre de la mano-
Pau:No te vallas -me pare- puedo cambiar de opinión? -sonreí-
Pedro:Ya es tarde -se dio vuelta-
Pau:Ahora yo soy la que se tendría que enojar? -dije mientras lo abrazaba por la espalda- pensa que no sabemos cuando vamos a poder volver acá.
Pedro:Y si no quiero venir mas? -dijo mientras se daba vuelta.
Pau:Bueno, esa es tu decisión.
Pedro:Vos que vas a hacer? -dijo antes de abrir la puerta de la habitación-
Pau:No se. Amor, no tiene sentido que te enojes por eso -dije mientras me acercaba a él- olvidate de lo que acaba de pasar y olvidemonos de Fernando, si?
Pedro:Vos sos la que se acuerda de él.
Pau:Bueno, pero ya esta. Vas a dormir de verdad? Yo estaba pensando en otras cosas -dije mientras “acomodaba” el cuello de la camisa y la corbata-
Pedro:-rió- no te vas a arrepentir?
Pau:De que? Yo no dije nada.
Pedro:Bue.. voy a dormir.
Pau:No para -dije agarrándolo del brazo- no me voy a arrepentir.

Él se quedo mirándome sin moverse, yo igual, pero ya había entendido, otra vez yo tenia que dar la iniciativa. Era hombre y no se animaba, que cobarde, mi cobarde. Me acerque a él y empecé a desabrochar los botones de su camisa, no tarde mucho en sacársela. Luego agarre su corbata y empecé a caminar hacia dentro de la habitación y obviamente el tenia que seguirme, con su corbata en mi mano lo acerque mas a mi y luego se la saque. Con su mano empezó a recorrer mi espalda buscando donde comenzaba el cierre, que luego al encontrar, lo bajo y se deshizo de mi vestido. Despojamos las ultimas prendas que quedaban en nosotros e hicimos el amor como aquella primera y única vez en el mismo lugar.

Mi mano recorría su rostro, sus ojos, su nariz, su boca. Él ya estaba dormido, a mi me costaba dormir ya que pensaba en lo que había pasado años atrás, en todo lo que había sufrido y luego lo tenia durmiendo a mi lado, eso me ponía muy feliz.
Apoye mi cabeza en su pecho, abrazándolo e intente de dormir, aunque creía que me iba a costar, no tarde en cerrar mis ojos y dormirme.

CONTINUARA
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