Capitulo 127

Suspire y deje que la mitad de mi cuerpo terminara de caer en mi cama para comenzar a llorar. Sentí que Pedro inmediatamente se acerco a mi y con su mano acaricio mi mejilla y seco parte de mis lágrimas.

Pedro:No es así, te equivocas -dijo sentándose a mi lado aun acariciando mi mejilla.

Pau:Pedro, lo se.. por algo que paso hoy, a la mañana cuando fui al baño y no fue una perdida porque eso lo viví en mi pasado.

Pedro:Capas si lo fue, no pienses en eso ¿si?

Pau:Pedro, en un pasado me explicaron varias cosas que tenia que saber y te aseguro que esto no es una perdida normal, solo quiero que el doctor me lo confirme y solo me queda sufrir -dije y gire para llorar en mi almohada.

Sentí que Pedro se quedo en la misma posición pero no emitió ni una palabra, en un momento apoyo su mano en mi espalda y comenzó a acariciarla como para consolarme.

Pau:Si te vas a quedar acá haciendo nada prefiero que te vayas -dije en la misma posición que antes.

Pedro:Pau, quiero pedirte perdón.

Pau:Claro, tenia que decirte esto para que me creas ¿no? A la mañana no sabia muy bien que pasaba, tenia las esperanzas y en parte de la tarde también, pensé que iba a estar bien pero después caí que eso no era una perdida normal.

Pedro:Pau..

Pau:Si ya se -interrumpió- me trataste mal y me hiciste peor, solo te necesitaba a mi lado Pedro, necesitaba llorar en tus brazos, tus besos, necesitaba que me contengas -hice una pausa- no lo hiciste.

Pedro:No sabia, quiero lo mejor para vos y solo quise que hagas lo que el medico dijo ¿podes mirarme?

Pau:¿Mirarte? No, no quiero un solo problema mas, quiero dejar todo así y dormir.

Saco su mano de mi espalda y sentí que se levanto de la cama ya que se movió y se escucho que cerraron la puerta. En este momento lo necesitaba a él mas que nunca pero sinceramente me hizo mal con todo lo que me dijo. La comida que tenia a mi lado quedo intacta. Estaba muy frágil, creo que cualquier cosa que ingiera iba a lastimarme mas, como si estuviera tragando una espina que lastima cada parte de mi cuerpo. Me sentía como si me clavaran un puñal y me dejaban morir de a poco. Sabia que no iba a poder soportar otra perdida tan grande como un hijo, solo quedaba que el medico lo confirme e iba a ir mañana, no podía aguantar. Mis ganas de quedarme así para siempre eran superiores a las de seguir adelante. De a poco mis ojos se iban cerrando, mis pensamientos se iban calmando y al poco tiempo vi todo negro, solo quería soñar, quería que mi sueño me haga feliz solamente una noche para poder recordar lo que se sentía al serlo.

Un sonido muy pequeño intervino en mi sueño e hizo que me despierte, mire la hora sin ganas y vi que era bastante tarde, alguien había desactivado mi despertador. Con las pocas fuerzas que me quedaban me levante y me dirigí hacia la cocina arrastrando mis pies por el suelo.

Pau:¿Por qué apagaste mi despertador? -me senté en la mesa, justo en frente de él.

Pedro:No podes ir a trabajar así, voy a hacer tu trabajo.

Pau:Pedro -suspire- no quiero que me ayudes, no quiero que hagas lo único que puedo hacer.

Pedro:No tenes ganas de nada ¿me estas cargando? No voy a dejar que salgas así del departamento -dijo elevando su voz.

Pau:¿Podes dejar de tratarme mal? Me haces peor Pedro -dije con lágrimas en los ojos, sin dudas seguía frágil- vos sabes perfectamente lo que te necesito en este momento, no importa lo que te haya dicho ayer, vos no tenes que irte como lo hiciste y dejarme sola, no estoy enojada con vos, solo te necesitaba y no estuviste, me corrijo... te necesito.

CONTINUARA

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