Él se sentó en
frente mio y se quedo mirándome.
Pau:Pasa algo?
Pedro:No.
Pau:Ah.
Minutos habrán
pasado, los dos callados, solo se escuchaba el barullo de gente y
nada mas.
Pau:Podemos hablar
de algo? Es un embole sino.
Pedro:Bueno.
Pau:Saca un tema.
Pedro:No soy muy
bueno sacando temas.
Pau:Yo tampoco.
Contame de tu vida.
Pedro:Te parece?
Pau:Em.. si?
Pedro:No paso nada.
Todo lo que sabes, nada mas. Vos?
Pau:Igual.
Otra vez, los dos
callados. Yo ya había terminado lo mio.
Pau:Emm -mire la
hora- tengo que irme.
Pedro:Te esperan?
Pau:No, pero es un
poco tarde.
Pedro:Las 10.. que
tarde, eh.
Pau:Bueno, tengo
que hacer varias cosas.
Pedro:Bueno.
Pau:Tenes auto para
irte?
Pedro:No, no tengo
nada.
Pau:Cierto, te
llevo. Bah, queres que te lleve?
Pedro:No, se te
hace tarde, no te preocupes, yo me las arreglo solo.
Pau:Ok.
Me pare y me fui
sin saludarlo, pero algo me impidió irme. Abrí la puerta del lugar
y de estar seca pase a estar completamente mojada. Nunca llovió
tanto y el viento era impresionante, cerré la puerta y volví a la
silla.
Pau:Parece que hay
algo que no quiere que me valla.
Pedro:-rió- Mas
que pañuelos no tengo para que te seques.
Pau:No importa, me
quedo así. -me senté-
Pedro:Parece que
nos vamos a tener que quedar un tiempo.
Pau:Si. Que bueno
que hay gente.
Pedro:Por que?
Pau:No se, digo, si
se corta la luz.
Pedro:Pero estoy
yo, no es que estas sola.
Pau:Bueno, decía.
Así hablamos unos
minutos de eso que había pasado y en segundos el por arriba de la
mesa paso su mano y él como que se paro y con un pañuelo en su mano
empezó a “secarme” la cara.
CONTINUARA
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